Un regalo de cumpleaños original.
¿Alguna vez has batallado en encontrar un regalo de cumpleaños? A Manolo le regalaron una sesión fotográfica en Daguerro. Estas sesiones suelen ser muy versátiles al no tener un propósito definido, como puede ser una headshot para un profesionista o fotografía de moda. Al tener toda la libertad creativa, entre Manolo y yo fuimos escogiendo el mood para el shooting. Al ser un regalo, el objetivo eran fotos 100% a su gusto.
Como en cualquier sesión, le pedí a Manolo sus fotos favoritas. Esto nos permite a los fotógrafos saber cómo le gusta a la persona presentarse en sus retratos. Además de sus fotos personales, escogimos algunas ideas de inspiración para probar cosas nuevas.
Quisimos jugar un poco con poses de revista. Pero también fotos que presentaran el carácter de Manolo.
Para esto es muy importante conocer a la persona, sus intereses y ocupaciones.
La actuación, el arte, la gastronomía y la diversidad son cosas que mueven a Manolo.
Las fotos que obtuvimos en la sesión buscan atrapar esos elementos, la versatilidad de un actor, las expresiones de alguien sensible al arte y la belleza. Que no tiene miedo de mostrarse genuino frente a la cámara.
¿Qué evoca las emociones que intentamos retratar? Para Manolo fue la música.
La imagen que resulta de la sesión se obtiene de muchos más elementos de los que se alcanzan a ver con la fotografía. Recuerdos, el entorno, la emoción y el talento del sujeto.
Resultados
Las fotos que conseguimos fueron las que más me gustan como fotógrafo: libres. Él se presentó como quiso, y yo sólo accioné la cámara.
Además de fotos emotivas, divertidas y que muestran su carácter, quise tomarle fotos a Manolo que pudiera utilizar en el contexto que quisiera. Por eso, además de sus outfits, le pedí que trajera conjuntos básicos que le permita usar sus fotos una y otra vez.
Como fotógrafo estoy agradecido de compartir momentos especiales como la celebración de un cumpleaños. Ser partícipe de un regalo tan especial hace de esta profesión un placer en cada foto.
¡Felicidades, Manolo!
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